martes, 2 de abril de 2013

Tarea II completa


FINALES  celia
Entonces se fueron los niños a investigar, donde estaba el barco de Juanjo  y descubrieron que un niño se lo había cogido sin querer y fueron a pedirle que se lo devolvieran porque era suyo. El niño que era muy mal educado y no lo quería devolver, empezó a correr. Pero Sonia era mucho más rápida que el niño y le pilló, le quitó el barco de las manos y se fue. Y nunca jamás volvieron a ver al niño.

Se fueron a ver donde estaba el dichoso barco, pero no se dieron cuenta de que un persona  algo extraña estaba corriendo a toda leche, hasta que no se lo dijo el de la tienda  de chuches   y fueron corriendo y le pillaron justo a tiempo porque estaba esperando el autobús. Le pillaron, le quitaron el disfraz que tenía y vieron que era el famoso ladrón “el Dioni”y llamaron a la policía  y no le vieron más la cara.
                          GAZAPOS
No puede ser su hermano pequeño porque tiene 12 años.
En la película de Shrek no sale el nombre de “Perla Negra”
                      FRASES
Los coches hicieron un periplo muy largo y llegaron por la mañana.
El barco giró a estribor y le perdimos de vista.

El barco desaparecido

En una cálida tarde de verano en el Parque del Retiro de Madrid, se encontraba Juanjo, un niño de nueve años, como cada sábado iba acompañado de sus padres y su hermano pequeño de 12 años, y su barco teledirigido con el cual siempre jugaba con él, en el pequeño estanque del Retiro.  Juanjo siempre hacía el mismo periplo con el barco. Jugaba con otros tres barcos que eran de sus amigos Juan, Pedro y Sonia. A cada barco le correspondía un nombre: el barco de Juan se llamaba "La Pinta", el de Pedro "La Santa María", el de Sonia "La Niña" y el de Juanjo "La Perla Negra" porque le gusta mucho la película de Sherk. 
Pero esa tarde iba a ser distinta a todas las anteriores. Estaban los cuatro echando una carrera con los barcos, giraron a estribor y se metieron por donde circulaban  las embarciones grandes que hay en el pequeño lago del parque, tras pasar las embarcaciones solo había tres barcos, el de Juanjo ya no estaba, algo había sucedido tras las embarcaciones, que pudo pasar para que tres de los cuatro barcos siguieran la carrera...

1er Final

La Perla Negra se enganchó en la hélice de un barco y la desvío del camino, y la Perla Negra se hundió, y los otros barcos siguieron la carrera y cuando llegaron a la meta se dieron cuenta de que la Perla Negra no estaba, y volvieron hacia atrás buscándola, y la encontraron después de buscarla una hora, en el fondo del estanque, el pobre Juanjo la
recuperó y se la llevó a su casa para arreglarla.

2º Final

Unos enormes peces se creyeron que la Perla Negra era comida y entonces  se comieron a la Perla Negra, el pobre Juanjo se echó a llorar. Pero luego, uno de los hombres que estaba por ahí, le regaló otro barquito, que se llamó “La Perla Oscura”, y aunque era más lenta la Perla Oscura, pudo seguir la carrera.

Gazapos: Sherk, hermano pequeño de 12 años y embarciones.

Gazapos corregidos: Piratas del Caribe, hermano mayor de 12 años y embarcaciones.

Palabras difíciles: Periplo y estribor

Significado palabras difíciles: Periplo: Recorrido o trayectoria. Estribor: hacia la derecha.

Enhorabuena Lazarillos, habéis trabajado muy bien, aquí os dejo el final de la historia:    
....algo había sucedido tras las embarcaciones, que pudo pasar para que tres de los cuatro barcos siguieran la carrera. La Perla Negra había volcado debido al golpe que sufrió por un remo de las embarciones grandes en la cual estaba una familia formada por un niño de unos 5 años, sus padres y su hermanita de 1 año. El padre (que era el que estaba remando) se dió cuenta del golpe al barco teledirigido y lo cogió para entregárselo al dueño de las embarcaciones grandes por si alguien lo pedía.                                        
Juanjo al no ver su barco se fue rápidamente a decírselo a su padre y los dos fueron a preguntar al dueño de las embarcaciones y justo se encontraron con el padre dando el barco al dueño de las embarcaciones y se lo devolvió a Juanjo, que más tarde, volvió a jugar con su barco.

TAREA III

“Santiago y Juan eran dos personas que con respecto a otra tiene el mismo padre y la misma madre, o solamente el mismo padre o la misma madre, que traían un poco cansada a su madre. En el establecimiento de enseñanza para niños y jóvenes de uno u otro sexo, eran muy malos estudiantes. En casa, su habitación era un completo desorden con la ropa tirada de cualquier forma, los zapatos fuera del mueble con puertas y anaqueles o perchas para guardar ropa y otros objetos  y sin limpiar, los cuadernos amontonados sobre las sillas, la mesa de estudio llena de series o secuencias de viñetas con desarrollo narrativo, los bolígrafos perdidos. Y eran un mal ejemplo para su hermana pequeña, que ya empezaba a imitarles dejando los objetos atractivos con que se entretienen los niños tirados de cualquier forma.
El padre había muerto unos años antes y la madre se vio con toda la responsabilidad de hacer de aquellos hijos buenos habitantes de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país, y para ello trataba de llamarlos al orden a fuerza de razonamientos, pero ellos no prestaban atención a las palabras.
Un domingo, al llegar a casa, se encontraron con una sorpresa. A la entrada del pasillo había un gran cartelón de tela, cartón, etc., que, sostenido adecuadamente en una o varias pértigas, se exhibe en reuniones públicas, y contiene letreros de grandes caracteres, con lemas, expresiones de deseos colectivos, peticiones, etc. en la que decía: MAMÁ EMPIEZA UN ESPACIO DE TIEMPO EN QUE ALGUIEN ESTÁ SIN TRABAJAR DE BRAZOS CAÍDOS HASTA QUE NO SE VEAN ATENDIDAS SUS REIVINDICACIONES: REBAJA DE HORARIO LABORAL Y AUMENTO DE SUELDO.
Se miraron y se echaron a reír; mamá, a todas luces, bromeaba. Si no hacía ella el trabajo de la casa, ¿quién lo iba a hacer?
Y lo del sueldo era todavía más divertido porque ella no cobraba nada por limpiar, guisar, lavar y planchar, esas eran unas obligaciones suyas que nadie discutía.                                                                                                                                                  Encontraron a su madre en el cuarto de estar relajada, oyendo música mientras leía un libro. Les miró y se limitó a decirles: la pequeña y yo hemos comido; para vosotros preparad lo que veáis”